Los niños sin familia y los niños maltratados en sus casas,hacen de la calle su hogar.
Mario era un niño de la calle hasta que recibió la ayuda de Alma O.N.G …. llevaba 2 años y
medio viviendo en la calles de la provincia de Luanda (Angola). Huyó de su casa con 14
años, buscando una mejor vida.
En su casa la falta de recursos y las palizas que recibía día
a día, le dieron los suficientes motivos para abandonar su casa y recorrer 900 km hasta
llegar a Luanda. Sus sueños se esfumaron pronto, pues en las calles sólo encontró más
pobreza, más peligros y enfermedad.
Daniel recorre las calles de Luanda, viviendo el día a día de estos niños.
Angola tiene hasta 18 provincias, Luanda su capital tiene aproximadamente 8 millones de
habitantes, miles de niños habitan sus calles.
Mario manifiesta con todas sus fuerzas y su alma agarrotada, su deseo de volver a casa.
Alma O.N.G inicia las acciones para devolver a Mario a su verdadero hogar.
Las principales causas por las que estos niños abandonan sus casas son, la falta de
alimento y ropa, maltratos o abusos. La mayoría de estos niños tienen familia, pero fueron
abandonados por razones económicas, otros huyeron a causa de los abusos y maltratos de
sus familia.
Otra causa que nos llama la atención es la convicción cultural de la creencia en Brujería.
Estos niños son echados de sus hogares debido a sospechas de brujería. “Cuando un
miembro de la familia muere o está enfermo, se debe encontrar un culpable, nos explica
Daniel. A menudo, se acusa a los niños más traviesos en la familia”.
Algunos niños simplemente se perdieron y otros huyeron de sus hogares en las zonas
rurales hacia la provincia para encontrar comida y ropa. Se quedan en la calle deseando
una mejor vida, pero esto no sucede. Cuando su deseo se esfuma y quieren volver a sus
hogares no pueden, porque no tienen dinero, este era el caso de Mario.
Alma O.N.G. acoge a los niños que hacen de la calle su hogar, para devolverlos su
felicidad. Se inician las acciones necesarias para atender a cada caso de manera
apropiada.
En el caso de Mario, se le atendió dándole comida, aseo, ropa nueva y calzado,
se le pagó el billete de autobús de vuelta a casa y con una sonrisa en el Alma, nos dijo un
hasta pronto.
Seguimos en contacto y hacemos un seguimiento de la situación de estos niños. El apoyo
emocional que necesitan los niños de la calle es crucial para su restablecer sus vidas.
Así como en el caso de Mario, muchos otros niños de la calle ven un rayo de esperanza con
Alma O.N.G. y pueden confiar en la ayuda real de nuestra labor.
Para ser acogido por nuestra organización basta con ser un niño abandonado o huérfano,
estar en riesgo de sufrir malos tratos o abusos, padecer alguna enfermedad imposible de
tratar por la falta de medios económicos en su familia.
Donar es una palabra pequeña, pero con un significado muy grande.
Únete a esta causa; Devolvamos a los niños sin familias que hacen de la calle su hogar, y a
los niños maltratados que eligen la calle a los golpes en su casa, un hogar verdadero de paz
y felicidad fuera de las calles.